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Sufren trastornos de salud crónicos provocados por la exigencia de la tarea.
La Obra Social de los Trabajadores de Prensa (www.utpba.com.ar) difundió un informe donde indica que los principales problemas de salud que sufren los periodistas-trabajadores de prensa, se originan mayoritariamente por las precarias condiciones de trabajo, y provocan enfermedades cardíacas, hipertensión arterial y trastornos oftalmológicos, traumatológicos, psiquiátricos y gastroenterológicos.
El diagnóstico ratificó el alto índice de consultas y tratamientos sobre estas enfermedades que se vienen registrando durante los últimos años.
“La mayoría de esos padecimientos son consecuencia de los cambios en las condiciones de trabajo, la inestabilidad laboral, el creciente stress crónico producido por la hipervelocidad informativa, el tratamiento de temas conmocionantes y la perversa tendencia empresarial a estimular falsas competencias entre los trabajadores.”
Las afecciones cardíacas se concentran mayoritariamente entre los periodistas y los trabajadores administrativos en relación de dependencia los que, en casi un 70 por ciento de los casos, manifestaron haber padecido alguna alteración cardiovascular durante el horario de trabajo.
El informe sostiene que la hipertensión arterial y las enfermedades coronarias se generalizaron entre los trabajadores del sector que tienen entre 35 y 50 años, y en muchos casos causaron la muerte.
La sintomatología registrada en un alto índice de las consultas presentan contracturas cervicales y dorsales como consecuencia del largo tiempo frente a las computadoras, dolores de cabeza derivados de la disminución de irrigación sanguínea por deficiencia de los asientos que utilizan, ardor en los ojos, lagrimeo y enrojecimiento ocular, sensación de somnoliencia, fatiga visual y stress, atribuible también a las presiones sociales y laborales que sufren cada día los periodistas-trabajadores de prensa.
Casi un 80 por ciento de los trabajadores del sector tienen problemas gastroenterológicos, desencadenado en la mayoría de los casos por la mala alimentación, el poco tiempo para comer, y los excesos en el consumo de café y tabaco.
El informe remarca la existencia de una importante cantidad de consultas en el área de psiquiatría debido a problemas de angustias, ansiedades, depresión, dificultades sexuales, sensación de ahogo, propensión a adicciones, problemas de sueño, deterioro de las relaciones familiares y alto consumo de medicamentos.
Esas patologías están relacionadas directamente con el denominado stress informativo, debido a la hipervelocidad para la obtención, elaboración y tratamiento de la información, la simultaneidad de tareas, el procesamiento de temas complejos y conmocionantes, el aumento en calidad y cantidad de informaciones, y el esfuerzo que significa ordenar ese caudal informativo en un soporte tecnológico y en la propia mente.
Por eso es que estimamos que estas patologías detectadas en un segmento de población específico puede ser considerado una enfermedad laboral.
El conocimiento de esta situación por parte de empleadores, empleados, Aseguradoras de Riesgos del Trabajo y la Autoridad de Aplicación permitirá no solo atender adecuadamente a los afectados, sino modificar los métodos de trabajo y las demandas consecuentes para preservar la salud de los trabajadores.
